El pan partido sació los estómagos vacíos. Las piedras no pudieron acallar la Voz del justo. El sepulcro está vacío. Quedan unas vendas, una losa movida –porque la vida remueve las losas que nos apresan–, una ausencia, y un sendero que se pierde en el horizonte. Allí se adivinan la paz, la concordia, la risa …
Archivo de mayo 8, 2020
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