Dejemos que nuestro corazón se sienta penetrado por esa vida de Dios que quiere habitar en nosotros

Nunca te has ido

Detrás de mis planes por encima de mis frustraciones al hondo de mis sueños y deseos tras mi autoimagen exigente y antes que los primeros recuerdos más al centro que mi propio ser estás Tú dándote.
Mi primer aliento fue tuyo mi cuerpo tiene las huellas de tus dedos mi primer latido llevaba tu sangre y mi primer deseo es permanecer a tu lado. Y aunque a veces no te siento y hasta llego a dudar que todo fuera mentira, cuando menos lo espero descubro que nunca te has ido.

 

Liturgia

Enlace permanente a este artículo: https://www.divinomaestro.com/?p=6822