Nada es imposible

Una mujer sin nombre se acerca a Jesús, una mujer sola quiere tocarlo. Una mujer enferma, sin nadie que la cure, una mujer que pierde sangre, Una mujer que pierde la vida.

Jesús camina a sanar a la hija de Jairo. Jesús rodeado de la multitud, Jesús acompañado de sus apóstoles. Jesús siente a la mujer que le toca, Jesús siente a la mujer que en silencio le implora.

Jesús pregunta quién le ha tocado, la mujer se asusta y no sabe qué hacer. Jesús siente el poder del Dios sanador, la mujer abraza sus pies y confiesa. Jesús la envía en paz y con salud, la mujer continúa, ya no es la misma, Jesús sigue su camino, ahora a sanar a la hija de Jairo.

Continuar leyendo

 

Enlace permanente a este artículo: https://www.divinomaestro.com/?p=5223