Coloquio sobre la lucidez
Señor, me horroriza pensar que la codicia pueda echar redes y cadenas en mí, 
 y que no me dé cuenta hasta que sea demasiado tarde, 
 por eso te pido mucha lucidez para no caer en el engaño de buscar la seguridad y el sentido de la vida en el tener cada vez más; 
 te pido lucidez para no dejarme atrapar por el virus de la codicia.
 Señor haz que pueda vivir el gozo y la paz que sólo da el hecho de repartir 
 y de compartir con los demás todo aquello que soy y que poseo.
 Señor, puestos a pedir, haz que siempre resuenen en mi corazón aquellas palabras de Juan de la Cruz: «A la tarde, te examinarán en el amor; aprende a amar como Dios quiere ser amado y deja tu condición». 
 Señor me atrevo a pedirte que actives en mí el deseo de ser pobre de verdad, para poder abrir las puertas de mi casa de par en par y compartir con aquellos que más lo necesiten todo lo que soy y todo lo que tengo, porque tú me los has dado.
(Pep Baquer, sj)
                
                                                                







