«Nadie me quita la vida, yo la entrego libremente»

Domingo ramos webAnte el Crucificado empezamos a intuir que Dios, en su último misterio, es alguien que sufre con nosotros. Nuestra miseria le afecta. Nuestro sufrimiento le salpica. No existe un Dios cuya vida transcurre, por decirlo así, al margen de nuestras penas, lágrimas y desgracias. Él está en todos los Calvarios de nuestro mundo.

Continuar leyendo…

Enlace permanente a este artículo: https://www.divinomaestro.com/?p=3483