Primera Semana de Adviento

Adviento


El Hijo quiere encarnarse, busca un vientre maternal abierto a todo el misterio para empezar a crecer, busca una playa en espera desplegada ante el mar infinito para hacerse una ola, busca una duda en la cueva de una frente
para nacer en el frío, busca una ausencia en la oquedad de un corazón para iniciar una historia, busca una lágrima
rodando por la mejilla para encenderla por dentro, busca una ruta clandestina por el agua y el desierto para emigrar con los pobres, busca un pueblo vacío con rutina de muchedumbres para encantarlo sin fin.
(Benjamín González Buelta, sj)

 

1ª Semana de Adviento

Enlace permanente a este artículo: https://www.divinomaestro.com/?p=6793

Jesucristo Rey del Universo

Mi rey, mi Señor, mi todo

¿Quién va a seguir a un rey que porta en su cabeza una corona de espinas? ¿Quién obedecería a un soberano al que dan palizas soldados del último ejército? ¿Quién se humillaría ante un trono que es la cruz donde mueren los delincuentes?

Pero si levanto la vista no puedo dejar de mirar tu entrega majestuosa.
Sé que tus heridas son la prueba del inmenso poder del servicio.
Tu vida arrebatada es la fuente de la mía, de mi vida eterna.
¿Qué sería de mí sin ti, mi rey, mi Señor, mi todo?
Ayúdame a construir tu reino, a ser tu reino, a ser de tu reino.
(Javi Montes, SJ)

 

Jesucristo Rey del Universo

Enlace permanente a este artículo: https://www.divinomaestro.com/?p=6788

Su luz salvadora lo iluminará todo

Mί aquí y mί ahora

Señor, Tú eres mi  aquí y mi ahora. No sé el día ni la hora en que me tocará partir. Eso lo confío en tus manos. No quiero vivir con miedo.

Mientras tanto, deseo afrontar cada día como si fuera el último, sacándole todo el jugo y sabor. Mi aquí y mi ahora es: amar sin dejar nada para mañana, abrazar sin reservar ninguna muestra de cariño y bondad, perdonar sin dejar huellas de rencor y resentimiento, entregarme con una toalla y un lebrillo entre los pies polvorientos y cansados de los hermanos, contagiar tu re¡no y entusiasmar los corazones apagados, caminar levantando rutas de justicia, construyendo nueva humanidad, familia con todos. Todo pasa. El cielo y la tierra, los éxitos y los fracasos, los desamores y las tristezas. Lo único que queda es tu amor y el amor que hayamos ido dejando en nuestro paso por esta hermosa tierra. Tú eres mi aquí y mi ahora, pero también mi futuro más feliz.

Domingo XXXIII T.O B

Enlace permanente a este artículo: https://www.divinomaestro.com/?p=6781