
La oveja perdida
Ven, Jesús, a buscarme, busca a la oveja perdida. Ven, pastor.
Deja las noventa y nueve y busca la que se ha perdido. Ven hacia mí. Estoy lejos.
Me amenaza la batida de los lobos. Búscame, encuéntrame, acógeme, llévame.
Puedes encontrar al que buscas, tomarlo en brazos y llevarlo. Ven y llévame sobre tus huellas.
Ven Tú mismo.
Habrá liberación en la tierra y alegría en el cielo.
(san Anselmo)
Liturgia del domingo








