Nuestra gran tentación…

AMBIGÜEDADES

Ay, corazón, si serás misterioso.
Que cuando te olvidan, recuerdas.
Cuando te piden silencio, gritas.
Cuando necesitas frenar, te aceleras.
Cuando te sientes vacío, no sabes esperar.
Cuando estás acompañado reclamas soledad, y solo, sientes que jamás tendrás paz.
Siempre estas pidiendo tiempo, pero no sabes aburrirte.
Ambiguo, apasionado, misterioso y complejo.
Así́ te quiero querer, corazón tan mío.

 

 

Liturgia del domingo

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