¿Dónde está tú tesoro?

Mi tesoro

He perseguido sueños vanos, he comprado tesoros vacíos.
He querido aprisionar amores y he cerrado con llave mi hogar, para que no me lo invadan.
He vestido las dudas con falsas certezas y he tratado de matar mis miedos cerrando los ojos, pero al final vuelvo a estar desnudo y temblando.
Hasta que, al encontrarte, todo cambia. Tu evangelio es fuego que me enciende,
llamada, que me pone en camino, tesoro por el que vendo todo, y soy tan pobre y tan rico.
Tu palabra despierta la pasión. Tu vida es lección que me enseña a vivir, a querer, a saltar al vacío.
Contigo, los sueños son posibles, los tesoros infinitos, el amor eterno.
La puerta está abierta, y el hogar repleto, de momentos, de historias de encuentros.
La fe arriesga, y el miedo calla.
Me visto de Ti, en mi debilidad tu fuerza, y todo encaja.
(José María R. Olaizola, sj)

 

Liturgia

Enlace permanente a este artículo: https://www.divinomaestro.com/?p=7089