No ignorar al que sufre

El sueño del rico epulón

Una noche un rico, mientras dormía, tuvo un sueño. Se encontraba en un lugar oscuro, lleno de gritos, lágrimas y ausencia de felicidad. De pronto, miró hacia arriba y reconoció la silueta de un pobre mendigo que saltaba de felicidad y alegría, y todos los que estaban con él tenían una sonrisa eterna en sus rostros. El rico empezó a gritar pidiéndole ayuda, pero la distancia era tan grande que no podía llegar su voz a los oídos del pobre. Sudando, se despertó repentinamente de la pesadilla… y se quedó pensando en lo que había soñado. De repente recordó que a su puerta siempre dormía un pobre hombre con hambre y lleno de heridas. Se dijo que se parecía mucho al que había visto en sueños. Se acercó al portal de su casa. Le invitó a entrar y le preguntó por su nombre. Llamó al médico para que lo curara y le dijo a la sirvienta que le preparara una buena comida. Después de una semana, ya casi recuperado, le invitó a quedarse con él en su mansión como personal de mantenimiento de la casa y el jardín. El rico descubrió entonces que la alegría comenzaba a sonreír en su corazón y que había llegado a través de la misericordia y la compasión. Desde entonces, el rico se hizo cada vez más pobre porque comenzó a compartir y promover la justicia, pero su corazón se había convertido en el más rico y entrañable del mundo porque ya vivía feliz haciendo felices a los demás.
(Fermín Negre)

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