Dichosos los que ahora lloráis porque reiréis

Nadie está solo

Nadie está solo aunque a veces lo parezca.
El silencio está habitado.
Llevamos dentro raudales de ternura.
Estamos unidos por puentes invisibles de pasión, esperanza y felicidad.
Un tú completa nuestras ausencias.
Hay ojos que son el único espejo necesario.
Hay manos que sellan alianzas con caricias.
Hay palabras sinceras que traen el eco de la promesa que Dios nos hizo un día, el Amor.

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