Dame un nuevo corazón…

Más abiertos aún los brazos, para abarcar a quien necesita una cuna para su dolor.
Más abiertos, mostrando una desnudez que no esconde malicia.
Más abiertos, y de tan abiertos un poco quebrados, que no hay quien los sostenga, solo dos clavos.
Un rostro exhausto, pero aún capaz de ver a la madre, al amigo, al enemigo y para todos balbucear amor, perdón o futuro.

Cargar con la cruz es abrazar la vida. Ahora.

Continuar leyendo

Enlace permanente a este artículo: https://www.divinomaestro.com/?p=5069