¡Alegrémonos!¡Resucitó!

Mira el sepulcro vacío y participa en la escena junto a todos los que han ido: con María Magdalena, con aquellos que han corrido por el testimonio de ella, a ver lo que ha sucedido mientras dormía la tierra.
Solo él es el testigo, testigo mudo de piedra, del hecho definitivo que anuncia una nueva era…
Fíjate como el asombro va dando paso a la fe, como del miedo más hondo pasan al valor más fiel; aquello lo cambia todo, aunque les cuesta entender, hasta que no ven sus ojos al Amigo que se fue: hoy ven un cuerpo glorioso al que vieron padecer, que aparece victorioso tras una muerte cruel.

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