«Si Dios lo quiere, Soledad lo puede…»

madre-soledad«Sabía escuchar, captaba las ideas de las cosas y sobre todo lo que había dentro de cada persona, y al acercarse a ella todos sentían y tenían la seguridad de saberse acogido y comprendido. ¡Tenía mucho don de gentes! Sonrisa habitual, serenidad, cariño expresado de múltiples maneras… Toda su persona era expresión de gran delicadeza y paz, de una enorme grandeza de corazón. ¡La quería el colegio entero! La querían las familias y las niñas. Sobre todo la querían íntimamente sus hermanas. Y es que Madre Soledad es un “sol”.

Ideal Pedagógico

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