
Si me amas…
Si me amas, cumplirás mi palabra, mi Padre te amará, vendremos a ti en ti habitaremos.
Quien no me ama no cumple mis palabras. La palabra que me has oído no es mía, sino del Padre que me envió. Te cuento esto mientras estoy contigo. El valedor, el Espíritu Santo que enviará mi Padre en mi nombre, te lo enseñará todo y te ayudará a recordar mis enseñanzas.
Te dejo mi paz, te doy mi paz. No como la da el mundo. No te turbes, y no tengas miedo. De una manera, me voy, pero volveré a hacerme presente en tu vida. Porque me amas, alégrate de que vaya al Padre, que es más que yo. Y cuando esto suceda, cuando no me sientas tan cerca, cuando parezca callar, acuérdate de estas palabras, siente que estoy contigo, y cree.


Amo, Señor, tu sendas y me es suave la carga que en mis hombros pusiste; pero a veces encuentro que la jornada es larga, que el cielo ante mis ojos de tinieblas se viste, que el agua del camino es amarga, es amarga, que se enfría este ardiente corazón que me diste; y una sombría y honda desolación me embarga, y siento el alma triste y hasta la muerte triste.







