Es difícil explicar lo sucedido. Estábamos juntos, rezando. Hacía días se había ido. Esperábamos. Sin saber muy bien qué. En cada uno de nosotros se mezclaban los sentimientos. La alegría por saber que la muerte no había vencido, y la tristeza porque ya no le teníamos con nosotros. Las ganas de proclamarlo, y el temor a las autoridades, que podían castigarnos. La fe en él y su buena noticia, y la conciencia de nuestra propia fragilidad… Entonces, ocurrió. Como un fuego, como una presencia, como una fuerza que rompiese nuestras barreras y resistencias. Entonces creímos, tal vez como nunca antes habíamos creído. Supimos que era cierto, que estaba con nosotros, para siempre. Y la alegría asomaba a los ojos, a los corazones, a los labios. Salimos a la calle, y empezamos a contarlo. Con tal convicción y certidumbre, que cualquiera nos entendía. El júbilo era contagioso. La valentía, nueva. La justicia, plena. La misericordia, eterna. Ahora sí, estábamos preparados para ir a todo el mundo y proclamar el evangelio. (adaptación de Hch 2, 1-11)
Jun 07 2025
Fiesta de Pentecostés
Enlace permanente a este artículo: https://www.divinomaestro.com/?p=8060
Jun 01 2025
Fiesta de la Ascensión del Señor

Sigues aquí
Curiosa forma de quedarte, Señor,
sin imponer tu presencia, sin apagar la sed, sin convertir la fe en evidencia.
Y curiosa forma de irte sin atarnos a la ausencia, sin dejarnos solos, sin forjar tristezas.
Y así, de ese modo, ausencia y presencia siembran en nosotros hambre de respuestas.
Y eres espíritu, aliento, fuerza.
Eres la palabra que a veces aquieta y a veces golpea.
Eres el silencio poblado de historias,
eres la justicia que llama a la puerta, eres un profeta pidiendo justicia, eres el soldado sin arma ni guerra.
 Por eso te fuiste, y así te nos quedas. (José María R. Olaizola, SJ)
Enlace permanente a este artículo: https://www.divinomaestro.com/?p=8056
May 24 2025
No te turbes, ni tengas miedo

Si me amas…
Si me amas, cumplirás mi palabra, mi Padre te amará, vendremos a ti en ti habitaremos.
Quien no me ama no cumple mis palabras. La palabra que me has oído no es mía, sino del Padre que me envió. Te cuento esto mientras estoy contigo. El valedor, el Espíritu Santo que enviará mi Padre en mi nombre, te lo enseñará todo y te ayudará a recordar mis enseñanzas.
Te dejo mi paz, te doy mi paz. No como la da el mundo. No te turbes, y no tengas miedo. De una manera, me voy, pero volveré a hacerme presente en tu vida. Porque me amas, alégrate de que vaya al Padre, que es más que yo. Y cuando esto suceda, cuando no me sientas tan cerca, cuando parezca callar, acuérdate de estas palabras, siente que estoy contigo, y cree.
Enlace permanente a este artículo: https://www.divinomaestro.com/?p=8045
May 17 2025
Amaos unos a otros.
Si el amor nos hiciera
Si el amor nos hiciera poner hombro con hombro, fatiga con fatiga y lágrima con lágrima.
Si nos hiciéramos unos. Unos con otros.
Unos junto a otros. Por encima del oro y de la nieve, aún más allá del oro y de la espada.
Si hiciéramos un bloque sin fisura con los seis mil millones 
de rojos corazones que nos laten ¡qué hermosa arquitectura 
se alzaría del lodo!
(Ángela Figuera Aymerich)
Liturgia del domingo
Enlace permanente a este artículo: https://www.divinomaestro.com/?p=8037
                
                                                                







