Venid conmigo…

Llamada

¡No me mandes callar! No puedo obedecerte.
Tu perdón me ha quemado como un fuego y lo tengo que hablar siempre y a todos,
aunque me lo prohíbas, o aunque no me lo crean.
Si, por eso, me echan de esta tierra, saldré hablando de Ti.
Diré que eres de todos, siempre el mismo, que tu amor no depende de nosotros, que nos amas igual, aunque no amemos; nuestro título ante Ti es la pobreza de no amar.
Que eres voz que llama siempre a cada puerta, con nombre exacto, inconfundible; que no pides nada, das y esperas el tiempo que haga falta; que no fuerzas los ritmos de los hombres,  que no cansas, no te cansas, y que tu amor es nuevo cada día; que te dolemos todos, cuando no te buscamos.
Diré muchas más cosas: que basta con mirarte en cualquier sitio, porque todos son tuyos, para ser otra cosa;  simplemente
para ser persona. ¡Señor, que chispa a chispa, no me canse de prender este fuego!

(Ignacio Iglesias, sj)

 

Liturgia del domingo

Enlace permanente a este artículo: https://www.divinomaestro.com/?p=7576

¿Qué buscáis?

Heme aquí

Tú me hablas, Señor, en cada persona.
Heme aquí. Abre mis oídos para imaginarte en cada rostro.
Tú me hablas, Señor, a través de la creación.
Heme aquí. Afina mi mirada para contemplar tu presencia en tanta belleza nacida de tus manos.
Tú me hablas, Señor, en cada acontecimiento.
Heme aquí. Enséñame a discernir qué me quieres decir a través de las cosas que me pasan cada día.
Tú me hablas, Señor, en cada historia herida.
Heme aquí. Sáname y lánzame a cuidar dolores ajenos.
Tú me hablas, Señor, en las Escrituras.
Como el pequeño Samuel, te respondo: «Heme aquí, que tu siervo escucha». (Fermín Negre)

Liturgia del domingo

Enlace permanente a este artículo: https://www.divinomaestro.com/?p=7567

Bautismo del Señor

Lluvia de esperanzas

Buscamos agua porque tenemos sed.
Buscamos la comunidad porque solos no podemos.
Buscamos y defendemos nuestras raíces para quedarnos en el monte.
Buscamos ponernos de acuerdo para mayores desafíos.
Desafíos más grandes para más vida.
Entusiasmarnos desde y con nuestras pobrezas, y así juntos descubrir cuantos recursos tenemos en nuestras manos.
Ser creativos hasta cada lluvia.
Ser creativos ante cada alambrada.
Ser creativos para golpear puertas que abren corazones.
Entre nosotros reconocernos como la levadura que fermenta la masa, y que se vuelve pan de vida y agua para nuevos bautismos.
Agua de vida, pozo de resurrección, compromiso de familias.
Lluvia de esperanzas.

(Marcos Alemán, SJ)

 

Liturgia del domingo

Enlace permanente a este artículo: https://www.divinomaestro.com/?p=7558

Fiesta de la Epifanía

Cuando elevamos los ojos a Dios, los problemas de la vida no desaparecen, pero sentimos que el Señor nos da la fuerza necesaria para afrontarlos. “Levantar la vista”, entonces, es el primer paso que nos dispone a la adoración. Se trata de la adoración del discípulo que ha descubierto en Dios una alegría nueva, una alegría distinta.   La alegría del discípulo de Cristo,  tiene su fundamento en la fidelidad de Dios, cuyas promesas nunca fallan, a pesar de las situaciones de crisis en las que podamos encontrarnos. Y es ahí, entonces, que la gratitud filial y la alegría suscitan el anhelo de adorar al Señor, que es fiel y nunca nos deja solos.

La segunda expresión que nos puede ayudar es ponerse en camino. Levantar la vista , ponerse en camino. Antes de poder adorar al Niño nacido en Belén, los magos tuvieron que hacer un largo viaje. El viaje implica siempre una trasformación, un cambio. Después del viaje ya no somos como antes. En el que ha realizado un camino siempre hay algo nuevo: sus conocimientos se han ampliado, ha visto personas y cosas nuevas, ha experimentado el fortalecimiento de su voluntad al enfrentar las dificultades y los riesgos del trayecto. No se llega a adorar al Señor sin pasar antes a través de la maduración interior que nos da el ponernos en camino.

Liturgia del domingo

Enlace permanente a este artículo: https://www.divinomaestro.com/?p=7553