Olvidar lo esencial

 

Un corazón, mi corazón

Dejar que mi corazón hable. Dejar que mi corazón grite y calle.
Dejar que mi corazón llore.Dejar que mi corazón ame.
Dejar que mi corazón sea amado. Dejar que mi corazón ilumine aquella profundidad.
Dejar que mi corazón abrace contradicciones dando más consistencia a mi vida.
Dejar que mi corazón me abra los ojos para volver a verme y dejar que me vean.
Un corazón que lucha por no opacarse ni aislarse. Un corazón transparente y atravesado.
Latidos que van, latidos que vienen.  Reflejo de vida para la vida.
Nueva sangre para aquellas heridas.  Descanso del guerrero, femenina sonrisa.
Nueva unidad, nueva entrega.

(Marcos Alemán, sj)

Continuar leyendo

Enlace permanente a este artículo: https://www.divinomaestro.com/?p=5409

Ten compasión de mi…

Señor, que ve…que vea tu rostro en cada esquina.
Que vea reír al desheredado, con risa alegre y renacida
Que vea encenderse la ilusión en los ojos apagados de quien un día olvidó soñar y creer.
Que vea los brazos que, ocultos, pero infatigables, construyen milagros de amor, de paz, de futuro.
Que vea oportunidad y llamada donde a veces sólo hay bruma.
Que vea cómo la dignidad recuperada cierra los infiernos del mundo

Que en otro vea a mi hermano, en el espejo, un apóstol y en mi interior te vislumbre.

Porque no quiero andar ciego, perdido de tu presencia, distraído por la nada… equivocando mis pasos hacia lugares sin ti.

Señor, que vea… que vea tu rostro en cada esquina.

Continuar leyendo

Enlace permanente a este artículo: https://www.divinomaestro.com/?p=5405

Recordamos a Madre Soledad de la Cruz

Enlace permanente a este artículo: https://www.divinomaestro.com/?p=5402

«El que quiera ser el primero que sea el servidor de todos»

 

Jesús da tanta importancia a lo que está diciendo que se pone a sí mismo como ejemplo, pues no ha venido al mundo para exigir que le sirvan, sino «para servir y dar su vida en rescate por todos». Jesús no enseña a nadie a triunfar en la Iglesia, sino a servir al proyecto del reino de Dios desviviéndonos por los más débiles y necesitados.

La enseñanza de Jesús no es solo para los dirigentes. Desde tareas y responsabilidades diferentes, hemos de comprometernos todos a vivir con más entrega al servicio de su proyecto. No necesitamos en la Iglesia imitadores de Santiago y Juan, sino seguidores fieles de Jesús. Los que quieran ser importantes, que se pongan a trabajar y colaborar.

Continuar leyendo

Enlace permanente a este artículo: https://www.divinomaestro.com/?p=5395