Poneos de pie y seguidme. No tengáis miedo a vivir escuchándome a mí.

“Qué bien se está aquí, hagamos tres tiendas”.
Humana disposición a echar raíz en lo apacible.

Pero hay que volver a la brega diaria.
Hay que volver, una y otra vez, al amor aterrizado, a la intemperie, a los caminos
que recorremos cargados de nombres y de preocupación cotidiana.

Hay que volver a las encrucijadas donde toca optar, renunciar y elegir;
a los días intensos, de búsquedas, ojeras, anhelos y horas estiradas.

Hay que volver a los días grises, a las preguntas, al no saber, a la inseguridad
reflejada en un espejo, a la tenacidad y a la resistencia.

Hay que volver a lo acostumbrado; pero no con desgana o arrastrando la existencia
y el ánimo, sino con la gratitud y la esperanza por banderas.

(José María R. Olaizola sj)

Continuar leyendo

Enlace permanente a este artículo: https://www.divinomaestro.com/?p=4638