«Quédate con nosotros»

El relato de los discípulos

Íbamos de camino. Tristes, derrotados. La memoria alternaba entre la nostalgia y la tristeza. Pensábamos en los días radiantes, en los años pasados en los caminos con Jesús, en sus palabras, ahora muertas… y sacudíamos la cabeza, apenados. Se nos ponía un nudo en la garganta y teníamos que guardar silencio durante un rato. Ya nada. Entonces se nos juntó un compañero de camino, más alegre, más esperanzado, y dijo que no sabía nada de todo aquello. Le miramos sorprendidos: “¿eres tú el único que no se ha enterado?” Y él se rio, y dijo: “quizás sois vosotros los que no termináis de enteraros”. Y nos contó nuestra historia. Donde veíamos nostalgia, él veía esperanza. Donde veíamos conflicto, él veía profecía. Donde veíamos derrota, él veía amor. Y donde veíamos rendición, él cantaba victoria. No le dejamos seguir de largo, al llegar a casa. Le invitamos a cenar y pasar la noche con nosotros. Lo hacíamos por él, pero también por nosotros, que sentíamos algo así como una chispa de ilusión nueva. Entonces, al empezar a comer, partió el pan. Como en la cena de Jerusalén. Y nos lo dio con idéntica ternura. Y nos dimos cuenta de que era verdad. Ardía el corazón, y le vimos. Era distinto, pero era él mismo. Y después, ya no estaba.  Pero seguía, con nosotros, para siempre.

Continuar leyendo

Enlace permanente a este artículo: https://www.divinomaestro.com/?p=4527